Uno de los lugares más cautivadores y románticos para decir “sí, quiero” es, sin duda, la playa. La idea de casarse con el susurro del mar de fondo es el sueño de muchas parejas. En España, debido a las regulaciones que dictan que las playas son de acceso público, es un tanto complicado realizar una boda completa, ceremonia y banquete, directamente en la orilla del mar. Sin embargo, eso no significa que sea imposible. Existen varias opciones disponibles.
La opción más sencilla es casarse en una iglesia o en el juzgado y luego celebrar el banquete de bodas en un hotel o restaurante cerca de la playa. Esta alternativa es más accesible en términos económicos y logísticos. Por otro lado, la opción más elaborada y costosa sería trasladarse a otro país que permita bodas en la playa, aunque esto puede estar fuera del alcance de muchos presupuestos.
Otra opción intermedia implica realizar una ceremonia simbólica en la playa y luego ofrecer la recepción en un restaurante u hotel cercano. Si encuentras a un oficiante dispuesto a desplazarse, incluso podrías tener una ceremonia legal en la playa. Sin embargo, ten en cuenta que, para hacerlo, necesitarás obtener un permiso de la autoridad competente, lo cual implica presentar una solicitud detallada con los documentos de identidad de la pareja, una descripción del evento, el número de invitados, la extensión de la zona ocupada y si se instalarán estructuras adicionales como un altar o una carpa. Este permiso tiene un costo, que varía según la ubicación, pero generalmente ronda los 500 euros.
A pesar de las molestias y gastos adicionales, vale la pena obtener el permiso para una boda en la playa, ya que el escenario es incomparable. El atardecer sobre el mar, el sonido de las olas y la arena dorada crean un ambiente mágico para tu boda. Los recuerdos capturados en fotos y videos, así como las experiencias vividas durante ese día, serán verdaderamente inolvidables.
Foto: engin akyurt
